Un día 27 de enero de 1993, es decir, hace hoy veinticuatro años años justos, se ponía fin a uno de los sucesos más trágicos que conmocionaron a la sociedad española de los años 90. Los cadáveres de Miriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández, las tres niñas de Alcácer (o Alcàsser, en valenciano), eran finalmente encontrados después de dos meses y medio de incansable búsqueda, pero también de muchísima incertidumbre, angustia y desesperación.
Los restos mortales de estas pobres niñas ya podían descansar en el cementerio municipal del pueblo, siendo enterradas el día 31 de enero de aquel año. Para conmemorar el aniversario de este horrible crimen, que entonces me marcó y que todavía hoy recuerdo, comparto esta impactante a la vez que significativa fotografía que compré hace algún tiempo y que inmortaliza el momento en el que los féretros de las jóvenes son llevados a hombros de sus familiares por las abarrotadas calles del pueblo para darles sepultura.
Los restos mortales de estas pobres niñas ya podían descansar en el cementerio municipal del pueblo, siendo enterradas el día 31 de enero de aquel año. Para conmemorar el aniversario de este horrible crimen, que entonces me marcó y que todavía hoy recuerdo, comparto esta impactante a la vez que significativa fotografía que compré hace algún tiempo y que inmortaliza el momento en el que los féretros de las jóvenes son llevados a hombros de sus familiares por las abarrotadas calles del pueblo para darles sepultura.
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