Casi sin querer, he ido consiguiendo estas marionetas de diablos o demonios. Resulta llamativo que un personaje tan temido de nuestra cultura aparezca representado de manera muy frecuente como títere para que los niños jueguen con él.
No es que haya nada de malo en ello, ni mucho menos, pero sí me sorprende el hecho de no haber visto otros monstruos o seres fantásticos trasladados a este tipo de juguete. Que no digo que no los haya, simplemente que durante mis búsquedas solo me he encontrado con estas versiones de Lucifer o Satanás, el cual en la religión cristiana representa al príncipe de todos los demonios.
Aquí muestro estas cuatro marionetas antiguas, de goma en unos casos y de plástico en otros, que, como decía, he ido comprado en diversas ocasiones.
No es que haya nada de malo en ello, ni mucho menos, pero sí me sorprende el hecho de no haber visto otros monstruos o seres fantásticos trasladados a este tipo de juguete. Que no digo que no los haya, simplemente que durante mis búsquedas solo me he encontrado con estas versiones de Lucifer o Satanás, el cual en la religión cristiana representa al príncipe de todos los demonios.
Aquí muestro estas cuatro marionetas antiguas, de goma en unos casos y de plástico en otros, que, como decía, he ido comprado en diversas ocasiones.
Muy chulas, de verdad. Me gustan mucho los títeres y las marionetas. Imagino que el recurrir siempre o casi siempre a la figura del demonio era porque estas marionetas se empleaban para hacer principalmente representaciones para niños, y en una sociedad de educación eminentemente cristiana, a los más pequeños les resultaba más sencillo de este modo identificar "al malo" de la historia.
ResponderEliminarPues sí, la verdad es que esto que comentas tiene bastante lógica. Está claro que todo tiene un por qué y un sentido, y cuando algo tan, en apariencia simple, como puede ser un juguete cuenta con ese bagaje cultural tras él, lo hace más interesante si cabe.
Eliminar