Como ya mostré en esta entrada del blog, ahora aprovecho para compartir cuatro animales más de plástico recubiertos de terciopelo, los cuales, al apretarlos en los laterales, abren los brazos, a modo de pinzas.
Adquiridos recientemente en una feria de coleccionismo, aunque no son artículos que me gusten especialmente o que sean prioritarios para mí, al ser del mismo tipo que los que venían en los bolígrafos que ya mostré en dicha entrada, los cuales guardo con cariño desde mi infancia, sí casan bastante bien con ellos, teniendo cabida en mi colección.
Adquiridos recientemente en una feria de coleccionismo, aunque no son artículos que me gusten especialmente o que sean prioritarios para mí, al ser del mismo tipo que los que venían en los bolígrafos que ya mostré en dicha entrada, los cuales guardo con cariño desde mi infancia, sí casan bastante bien con ellos, teniendo cabida en mi colección.
Añoro estos "compañeros de lápiz" que hacían las clases del cole menos aburridas :)
ResponderEliminar¡Desde luego!
EliminarEstos animales aterciopelados estaban más orientados a las niñas, pero sí, ayudaban a pasar mejor el rato en el cole, aunque en mi caso era en casa donde más jugaba con ellos. ;-)
Yo tenía algunos de goma. Monstruos, claro. Feos, deformes, dentudos... y a pesar de ello, más agradables que algunos de los "compañeros" y profesores que recuerdo haber tenido en esa época.
EliminarJajaja, claro que sí, donde esté un monstruo de lo más feo mucho mejor, que se quite todo lo demás. XD
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