De un personaje tan entrañable como fue Copito de Nieve, el único gorila albino del mundo del que se tenga noticia hasta la fecha, se han fabricado artículos diversos. En esta entrada muestro una bonita figura de goma hueca con chifle (con silbato en la base) de este gorila blanco que un amigo coleccionista me facilitó en uno de nuestros frecuentes intercambios.
Tuve ocasión de verlo una vez en el zoo de Barcelona. El pobre animal era consciente de ser una celebridad. Cuando se reunían muchas personas frente a su cercado se giraba dándoles la espalda y se sentaba con los brazos cruzados, como si estuviera enfadado. Entonces la gente (porque ya se sabía que Copito de Nieve hacía eso) tenia que rogarle que se diera la vuelta otra vez para poder sacarle fotos. Copito dejaba a su público rogándole durante un par de minutos y luego se daba la vuelta y se exhibía estirando los brazos, muy vanidoso él. Hasta parecía que "hinchaba pecho" cuando le sacaban fotos. También vi que alargaba un brazo hacia los niños pequeños y hacía como si quisiera acariciarles la cara desde lejos. Realmente son los animales que más se parecen a nosotros.
ResponderEliminarYo nunca tuve la ocasión de verlo en persona. Me ha encantado la historia que has comentado, muy bonita y descriptiva. Un ser entrañable. :-)
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