martes, 5 de julio de 2022

AQUELLA ANTIGUA JUGUETERÍA PLACENTINA

De pequeño, con unos cuatro o cinco años, allá por 1988 o 1989, estuve viviendo una temporada con mis tíos en la localidad de Plasencia, al norte de la provincia de Cáceres. Mi estancia en esta preciosa ciudad cacereña siempre estuvo muy vinculada a los Masters del Universo. Recuerdo que fueron varias las figuras que allí me compraron, entre ellas, si la memoria no me falla, Webstor, Two Bad y Hordak Torpedor.

En la Plaza Mayor, junto al histórico bar El español, que todavía sigue activo, había una juguetería, pequeñita, cuyo nombre desconozco, que ya incluso entonces recuerdo era bastante antigua. La regentaba un señor muy mayor (quizá no lo fuera tanto, pero a mí sí me lo parecía) y para mí era un lugar de obligada visita, pues allí vendían mis juguetes preferidos. El caso es que al cabo de los años, aprovechando un viaje que hice a Plasencia en 2006, volví con la esperanza de encontrarla abierta. Había pasado bastante tiempo y, como era previsible, no quedaba rastro alguno de aquel negocio.

Sin embargo, y para mi sorpresa, el establecimiento se había trasladado a una calle peatonal adyacente, la calle Vidrieras. En aquel momento, quizá por vergüenza, aunque entré y estuve hablando con el vendedor, no me atreví a preguntar demasiado, pero por la avanzada edad del dependiente, estaba claro que tenía que ser el mismo dueño de aquella vieja juguetería. También tengo que decir que no compré nada, pues no había nada de mi interés. Era más que evidente que sus años dorados habían quedado atrás.

No se me ocurrió fotografiar ni el interior ni la fachada, algo de lo que me arrepiento enormemente, así que, para ilustrar esta entrada, como volví a Plasencia a finales del mes pasado, comparto estas fotos pues, aunque ya definitivamente cerrada (no sé en qué año echaría el cierre), al menos quedaba su rótulo, deteriorado por el inevitable transcurrir del tiempo, pero que venía a certificar la presencia ahí de una tienda donde antaño vendían artículos de regalo, souvenirs y, por supuesto, juguetes.



2 comentarios:

  1. que nostálgicas son estas crónicas! bonito y triste al mismo tiempo. Un saludo Pablo

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    1. Me alegra saber que este tipo de entradas son de tu agrado. ¡Gracias Jorge! Un saludo. :-)

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