Cuando hablamos de juguetes míticos y que la mayoría recuerda con cariño, uno de ellos es el Blandi Blub (Slime es su nombre original). Raro fue el niño que en la década de los 80 no tuvo algún bote de esta sustancia viscosa con aquel peculiar olor y que tanto gustaba espachurrar.
Yo cuento en mi colección con varios recipientes de este fabuloso juguete fabricado por Mattel. Lógicamente, el producto ya no existe pues, con el tiempo, se convertía en una especie de pasta dura inservible. Pero aquellos botes en forma de cubo de basura me encantaban y me encantan. Aquí muestro el verde comercializado durante la segunda mitad de la década de los 80 (pues tanto el recipiente verde original de 1978 como sus etiquetas son distintos) y otro morado que contenía Blandi Blub fluorescente. Recipientes que no son fáciles de encontrar (la mayoría acabaron en la basura) y menos aún con sus etiquetas frontales y traseras.
Yo cuento en mi colección con varios recipientes de este fabuloso juguete fabricado por Mattel. Lógicamente, el producto ya no existe pues, con el tiempo, se convertía en una especie de pasta dura inservible. Pero aquellos botes en forma de cubo de basura me encantaban y me encantan. Aquí muestro el verde comercializado durante la segunda mitad de la década de los 80 (pues tanto el recipiente verde original de 1978 como sus etiquetas son distintos) y otro morado que contenía Blandi Blub fluorescente. Recipientes que no son fáciles de encontrar (la mayoría acabaron en la basura) y menos aún con sus etiquetas frontales y traseras.
Holaaaaa! En primer lugar, gracias por compartir con el resto tus "tesorillos". Y, en segundo, cómo los conseguistes? Es complicadísimo encontrarlos y más sin abrir.
ResponderEliminarUn saludo:)
¡Hola!
EliminarMuchas gracias por tu comentario. :-)
La verdad es que todo se consigue a base de buscar y rebuscar en páginas de Internet, ir a rastros, ferias de coleccionismo, antiguas jugueterías, intercambios con otros coleccionistas... Aunque la base de mis colecciones es material mío de cuando era pequeño. Siempre fui un niño muy cuidadoso, de ahí que conserve bastantes cosas.
El coleccionismo es un mundo apasionante que además adquiere otra dimensión cuando se realizan exposiciones y se crea un blog como éste, donde puedo compartir todos estos tesoros, como tú bien dices, con el resto del mundo.
¡Un saludo!
Bestial!! Yo me compré el fluorescente sin que se enterasen mis padres, de hecho era la primera cosa que compraba pot mi mismo si no recuerdo mal...
ResponderEliminarComo del uso se ensuciaba constantemente, no se me ocurrió otra cosa que ponerlo debajo del grifo...pero aun mejor lo que hice después, que fue secarlo con un trapo!!! Ahi quedó el blandiblub del dinero de mi hucha.
Tengo muy buenos recuerdos de los masters del universo. Gracias por el aporte.
Jajajaja... ¡Me he reído mucho con lo que cuentas compañero! :-)
EliminarHiciste todo lo que no se aconsejaba... Me has dado una idea, en breve escanearé las instrucciones de uso y las publicaré en otra entrada para que recordemos cómo había que utilizarlo... Jejeje
Gracias por tu comentario. ;-)
Siii, decía algo así como que a blandiblu le gusta esto, a blandiblu no le gusta lo otro... Que pasada de juguetes para la época, hoy los niños tienen mil juguetes y al final no juegan a nada, solo play, tele, tablet y móvil...me gustaría que mi hija jugara como yo, inventando mil historias con los muñecos...que nostalgia tio!
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Hola!
EliminarComo te comenté, ya he publicado las instrucciones de uso del Blandi Blub. Échale un vistazo a la entrada que seguro te trae buenos recuerdos. :-)
Gracias por pasarte.
Otro abrazo para ti.