Encontradas recientemente en un rastro de Portugal, todo en estas cabezas de monstruos es puro amor: su diseño, sus colores, el esculpido de sus caras, el plástico... Y, algo muy interesante: son fluorescentes. Además, los rostros se pueden separar del resto de de la cabeza, permaneciendo las caras por un lado y las capuchas o sombreros por otro (estas piezas las he visto también en colores verde y naranja). Tienen un pequeño orificio en su parte superior por si queremos ponerles un cordón y usarlas como colgantes. También están abiertas por la parte inferior, por si preferimos colocarlas en nuestros dedos y así jugar con ellas. Se llaman Caveiras Luminosas (Calaveras Luminosas), datan de 1993, son 15 en total, todas ellas llevan un número en su parte trasera, cada una tiene su propio nombre y pertenecen a una promoción portuguesa de Matutano.
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