Dragstor fue una de las diversas figuras pertenecientes a la Horda del Terror que tuve de niño. Nunca ocupó un lugar entre mis Masters preferidos, pero sí que jugué bastante con este personaje, haciéndolo rodar por el suelo con frecuencia. Fabricado en 1987, Mattel España lo incluyó dentro de la quinta serie (1988) de figuras y accesorios de los Masters del Universo.
El blíster que muestro aquí lo conseguí hace años, como todos los blísteres españoles que tengo de esta línea, ya que, de un tiempo a esta parte, resulta complicado ver alguno y, si aparece uno, su precio suele ser elevado. Cuando me lo ofrecieron, al decirme que estaba resellado, dudé en un principio si hacerme o no con él. Pero como el precio era bueno y su estado no estaba mal, a pesar de algunos defectos que tiene, me lo quedé, pues, incluso así, sigue siendo una bonita pieza de colección.
Que curioso, yo recordaba un Hordak con una rueda en el pecho que rodaba, pero veo que era un personaje totalmente distinto en realidad.
ResponderEliminarSí, ese Hordak al que te refieres es Hordak Torpedor (Buzz-Saw Hordak). También lo tengo en blíster español (lo mostré hace tiempo) y suelto (el mío de niño). Una de mis figuras preferidas de la colección. :-)
EliminarYo tengo un cariño especial hacia Dragstor por ser el último juguete verdadero que me regalaron siendo niño. Ya sabes, ese momento en que todos los adultos se ponen de acuerdo para dejar de regalar juguetes y empezar a regalar ropa, que causa un pequeño trauma porque sientes como si te estuviesen obligando a renunciar a algo, estés listo para ello o no.
ResponderEliminarEl Dragstor me lo regaló mi abuela (que en paz descanse) en ese año en que todos los otros regalos que recibí fueron cosas como ropa, bolígrafos de metal o corbatas, y fue lo único que realmente me alegró recibir.
Muy triste eso que comentas, pero, al mismo tiempo, muy cierto. Me ha venido a la mente el estupendo artículo que escribiste para la revista Figuras en acción en el que exponías esa y otras reflexiones similares sobre los juguetes y la infancia. Siempre demuestras una sensibilidad y un tacto, Ricardo, que ya quisieran muchos adultos...
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