Recuerdo cómo, dónde y cuándo, de niño, mi madre me compró la figura de Huracán Hordak. Era finales de junio de 1988, yo tenía cuatro años y se celebraban las ferias y fiestas de Badajoz. Pues bien, al llegar al recinto ferial, en uno de los puestos ambulantes en los que vendían baratijas, juguetes, chucherías, bebidas... vi el blíster colgado. Me invadió una sensación increíble, lo tengo grabado en mi mente.
Y es que lo último que esperaba ese día era encontrar allí un Master del Universo, pero la cuestión es que allí estaba, como esperándome a que me lo llevara. Le dije a mi madre que le preguntara al señor cuánto costaba. No se me olvidará la respuesta y el precio: «500 pesetas», contestó. Y tampoco mi reacción de asombro: «¡Qué barato!», dije nada más escucharlo, pues sabía que los Masters eran más caros. También me acuerdo que mi madre y mi tía me reprendieron con discreción para decirme que me callara (no fuera que el vendedor decidiera subir el precio alegando que se había equivocado). Lo que ya no recuerdo con tanta claridad es si me lo compró en ese mismo momento o si fue ya a la vuelta, de madrugada, cuando regresábamos. En cualquier caso, se vino a casa conmigo.
Desde entonces, conservo esa figura prácticamente perfecta pues, aunque jugué mucho con ella, siempre lo hice con sumo cuidado (no quería que se estropeara la pintura cromada del torso). No es mi versión preferida de Hordak, pero le tengo un gran cariño por este recuerdo al que está asociado.
Al cabo de los años conseguí el blíster que muestro aquí. También descubrí que existen dos versiones del mismo. Esta que yo tengo, en la que no aparece el nombre Hordak (supongo que por un error de imprenta) bajo la palabra Huracán (de hecho, se nota el espacio en blanco) y la que sí lo lleva, que sería lo correcto. Fabricado en 1987, fue comercializado en nuestro país por Mattel España dentro de la quinta serie (1988) de figuras y accesorios de la colección.
